28/11/2017
El edil de Urbanismo, Rafa Simó, destaca que la ciuda superará los 1,2 millones de metros cuadrados de zonas verdes de red primaria.
Una ciudad más verde, más amable, con mayor calidad de vida, que fomente la movilidad sostenible y recupere espacios para la ciudadanía. Estos son los objetivos del nuevo Plan General de Castellón y lo hace situando la infraestructura verde como principal herramienta de planeamiento urbanístico, que incluye un anillo verde periurbano, posibilita la ampliación del parque natural del Desert de les Palmes y dos nuevas grandes zonas verdes: el parque de Almalafa y el Parc de la Marjal. El concejal de Ordenación del Territorio, Rafa Simó, ha recordado que la infraestructura verde "es una red interconectada de los espacios de mayor valor ambiental, agrícola, paisajístico y cultural que permite vertebrar el territorio, racionalizar su uso, mejorar la calidad del medio urbano y facilitar el acceso público a los paisajes de más valor".
Uno de los objetivos de la infraestructura verde proyectada en el Plan General es dotar a Castellón de una red verde de huertos, jardines, caminos y arbolado fuera de las rondas de circunvalación que "tejan un anillo verde que contribuya a dignificar el paisaje periurbano y a poner en valor el parque agrario municipal", según ha explicado el edil. Con esta propuesta, el nuevo planeamiento plantea frenar la degradación paisajística del espacio que rodea la ciudad y recuperar sus valores sociales, culturales y ambientales.
También se sientan las bases que posibilitan la ampliación del parque natural del Desert de les Palmes, que actualmente tiene una superficie de 3.200 hectáreas. "El nuevo Plan General clasifica el entorno del parque natural como suelo no urbanizable protegido para promover la ampliación del espacio natural tanto al norte como al oeste e incorporar así toda la falda de la montaña, una ampliación que en último término tiene que aprobar la Conselleria de Medio Ambiente".
Además, se proyectan dos nuevos grandes parques, el de la Marjal y el de Almalafa. Este último situado entre el Palau de la Festa y el colegio Blasco Ibáñez, con una superficie de 116.388 metros cuadrados. Junto a esta nueva zona verde se abrirá un nuevo vial que conectará en línea recta la calle Fernando el Católico, a la altura de la plaza Cometa Halley, con la avenida Chatellerault, donde se habilitará una nueva rotonda frente al Palau de la Festa.
La otra nueva gran zona verde, el Parc de la Marjal, ocupa un espacio de 83.312 metros cuadrados entre el río Seco y la acequia l"Obra, en el Serradal. Se trata de una zona verde dispersa que se integrará a través de un conector ambiental. Simó ha explicado que para impulsar este nuevo Parc de la Marjal "se han identificado los valores ambientales que es necesario proteger con el objetivo de preservar la biodiversidad de esta zona". Castellón sumará 1,2 millones de metros cuadrados de parques públicos de la red primaria.
Este Parc de la Marjal presenta varias zonas y, en función de sus características, se propone la recreación y conservación de ecosistemas de saldar en las áreas centro y sur, y un ambiente de lagos en la zona más próxima a la acequia de l"Obra, mediante láminas de agua permanente y zona de cañizal que suporten inundaciones y desecaciones periódicas.
La infraestructura verde incluye espacios y conectores a escala regional, municipal y urbana. No solo ambientales, también agrícolas paisajísticos y culturales así como los conectores, que pueden ser ecológicos y funcionales.
En el ámbito supramunicipal se encuentran, entre otros, el Desert de les Palmes; el parque y la reserva natural de las Islas Columbretes; la red hidrográfico, especialmente el río Seco y la Rambla de la Viuda o la red de caminos; las vías pecuarias supramunicipales o la zona litoral.
A escala municipal, incorpora espacios y elementos de interés cultural; espacios naturales de interés ambiental; elementos de interés paisajístico y elementos de conexión, como los terrenos del aeródromo que se reservan como suelo dotacional. Estos espacios se articulan a través de conectores ecológicos, como el río Seco que se convertirá en un eje ciclopeatonal desde la desembocadura a la UJI, o funcionales, como el ya existente de la avenida del Mar, para generar espacios inclusivos, saludables y de calidad para la ciudadanía y su inclusión atiende a criterios como el agua, el arbolado y vegetación, los carriles bici o las zonas peatonales".
A escala urbana, la infraestructura verde incorpora el conjunto histórico-artístico del parque Ribalta y las plazas de la Independencia y Tetuán; el núcleo histórico tradicional con edificios como la Llotja del Cànem, Palacio Episcopal, Palau Municipal, concatedral de Santa María, El Fadrí; el tercer recinto de murallas (recinto de murallas edificado a partir de 1837); la antigua traza de la acequia Mayor; la red viaria y de espacios públicos próximos a la costa, y la red de cuadras, vías pecuarias y caminos tradicionales.