02/10/2017
La alcaldesa reitera la petición de más presencia de la Policía Nacional en la capital.
El Gobierno municipal de Castellón ha encargado un estudio al Área de Seguridad Pública para mejorar la seguridad del Palacio Municipal. La decisión se ha adoptado tras los sucesos del sábado, cuando un grupo accedió a la terraza del edificio para realizar un acto político no autorizado. La investigación sobre lo sucedido está en manos de la Policía Nacional.
La alcaldesa, Amparo Marco, ha condenado el uso que este grupo hizo del edificio municipal. En ese sentido, ha afirmado que la pancarta fue retirada de inmediato, se ha iniciado una investigación interna para esclarecer cómo se accedió al edificio y depurar las responsabilidades pertinentes. Esta acción se desarrolló al mismo tiempo que otro colectivo, de signo contrario, se concentraba en la Plaza Mayor, también sin la autorización.
Marco ha recordado que el Gobierno municipal presentó una declaración institucional para que el pleno municipal de octubre reclamara al Gobierno central la ampliación del número de agentes de la Policía Nacional en la capital. El número de policías ha descendido en los últimos años en Castellón, lo que ha supuesto un descenso de la presencia de agentes en las calles.
La iniciativa planteaba que "Castellón ha de contar con los recursos policiales necesarios para un nivel elevado de seguridad y para ello las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han de tener el número de efectivos imprescindible para que esa labor se realice de la mejor manera posible". Partido Popular y Castelló en Moviment vetaron la iniciativa en la Junta de Portavoces.
El Gobierno municipal considera que las nuevas exigencias de seguridad obligan a incrementar de forma sustancial el número de efectivos de la Policía Nacional. Este cuerpo policial es el que tiene las competencias en materia de seguridad ciudadana en las capitales de provincia.
En última instancia, la alcaldesa ha realizado una llamada a "la tranquilidad, el diálogo y la lealtad institucional" para "no trasladar a Castellón la crispación política que está viviendo en Cataluña".