21/12/2017
La alcaldesa, Amparo Marco, destaca que el nuevo plan recuperará el marco legal, la seguridad jurídica y la voluntad de futuro.
El edil Rafa Simó defiende el "cambio de paradigma urbanístico" y pone la Marjaleria como ejemplo del nuevo modelo de ciudad.
La cuenta atrás para que Castellón vuelva a disponer de un Plan General que ordene urbanísticamente el territorio ha comenzado. El pleno del Ayuntamiento de Castellón ha aprobado hoy en sesión extraordinaria la versión preliminar del Plan General Estructural, un acuerdo con el que arranca una compleja tramitación que concluirá con la aprobación definitiva de un nuevo Plan General. "Las ciudades son espacios de vida. Cada una en su dimensión, con sus conflictos, sus desafíos y sus oportunidades". Así ha comenzado la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, su exposición sobre el Plan General Estructural y ha calificado de "día histórico" porque el paso que se da en este pleno "supone un antes y un después al Castellón que conocemos".
La alcaldesa ha destacado que Castellón recuperará "el marco legal que establece el desarrollo de la ciudad, la seguridad jurídica y la voluntad de futuro que perdió en 2008", en referencia a la sentencia del Tribunal Supremo que anuló la aprobación del anterior Plan General, sentencia ratificada en el año 2012. Marco ha recordado que "la resistencia irresponsable al cumplimiento de las decisiones de la Justicia" es la que hoy hace que se someta a votación este nuevo planeamiento urbanístico.
Amparo Marco ha asegurado que "el nuevo modelo urbanístico apuesta por la regeneración urbana, por devolver espacios a la ciudadanía, por incorporar la perspectiva de género, por la movilidad sostenible y por garantizar el derecho al acceso a una vivienda". Además, la primera edil ha destacado el papel relevante en la ordenación del territorio que juega la infraestructura verde, una red de espacios de mayor valor ambiental, cultural y paisajístico y los corredores ecológicos y conectores funcionales que los unen que supone un 70% del territorio. También ha subrayado la apuesta por "mejorar la calidad de los espacios urbanos y del término municipal en su conjunto, que se traduce en triplicar la superficie de suelo protegido o reducir un 70% el urbanizable".
El Plan General Estructural, el documento de planificación que junto al Plan de Ordenación Pormenorizada integran el Plan General, define el modelo territorial y urbanístico del término municipal en su conjunto, clasifica y califica el suelo, vertebra su desarrollo a través de la denominada infraestructura verde y traza la red primaria de infraestructuras, servicios, dotaciones y equipamientos públicos con vocación de ciudad. El PGE califica como suelo no urbanizable protegido el 48% del territorio (5.354,59 hectáreas); como no urbanizable común el 23% (2.651,57 hectáreas) mientras que el suelo urbanizable (530,08 hectáreas) y el urbano (2.669,54 hectáreas) suman el 29% del término municipal. Esta propuesta se adapta a la Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana (2011) y al Documento de Referencia (2014), que son dos de las normativas de rango superior a las que está supeditado el nuevo planeamiento.
Por último, la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, ha reiterado su llamada al consenso al resto de fuerzas políticas afirmando que "estamos ante un proyecto de ciudad, que supera los límites de esta legislatura y de los partidos políticos".
Procesos de participación ciudadana
El concejal de Ordenación del Territorio y portavoz del Grupo Municipal Socialista, Rafa Simó, ha subrayado además la importancia de los dos procesos participativos ciudadanos previos, los foros de urbanismo Siglo XXI y el #CastellóCiutatViva que permitió acercar el nuevo planeamiento a los barrios de la ciudad a través de 17 reuniones. "Se trata, por tanto, del Plan General más democratizado que jamás ha tenido esta ciudad, con la complejidad, expectativas y polémicas que eso supone".
Simó ha centrado su intervención en la Marjaleria. "El Plan Especial de la Marjaleria aprobado en 2006, en plena burbuja inmobiliaria, hace tiempo que carece de sentido. Su ejecución es simplemente imposible, como el tiempo ha demostrado: de 91 PAIs que se proponían, no se ha ejecutado ninguno en once años", ha expuesto el concejal de Ordenación del Territorio, quien ha advertido que el Documento de Referencia ya apuntaba que había que revisar este planteamiento con una afirmación que no deja lugar a dudas: "Se opta por dejar este ámbito al margen de la elaboración de la revisión del Plan General como si no incidiera su existencia en la planificación del resto del término municipal y esto no es correcto".
Simó ha sostenido que "porque el Documento de Referencia así lo indica, por convicción y por responsabilidad, proponemos un nuevo planeamiento urbanístico en la Marjaleria", pero ha advertido que "no tenemos una varita mágica que pueda solucionar inmediatamente todos los problemas de la Marjaleria porque se han hecho muchas cosas mal durante muchos años". Según ha expuesto el edil, el Plan General Estructural hoy aprobado en su versión inicial marca tres objetivos básicos en la Marjaleria: "Disminuir el impacto negativo en el territorio, contener al mínimo posible los nuevos crecimientos y regularizar, mejorar y dignificar las edificaciones actuales con urbanizaciones blandas en suelos urbanos y planes especiales de minimización de impactos en suelos no urbanizables que permitan disponer de servicios básicos, siempre dentro de la legalidad".
"Esta nueva ordenación propuesta en el Plan General Estructural elimina la creación de expectativas irreales, aparca definitivamente la especulación urbanística y proyecta un modelo de ciudad compacta y mucho más amable con las personas. Y la Marjaleria representa el cambio de paradigma en el modelo urbanístico que queremos para Castellón en los próximos años", ha defendido el edil.
Adiós a la especulación
El portavoz del Grupo Municipal de Compromís, Ignasi Garcia, ha destacado en su exposición que "el primer punto del Pacte del Grau, en el apartado de Urbanismo es muy claro: hemos venido a desterrar el anterior modelo. Un modelo que, basado en las expectativas de la especulación urbanística, hacía negocio a base de crear una burbuja".
Garcia ha afirmado que "por fin, hoy decimos adiós a la especulación urbanística, adiós a la degradación del territorio, y damos la bienvenida al crecimiento cohesionado, a la protección de nuestro entorno y al crecimiento industrial realista y ordenado".
Además, ha continuado el concejal, "el PP ya nos enseñó su modelo de ciudad y allá donde los poderes públicos tenían que impedir la especulación, ellos prefirieron dejarse deslumbrar por el dinero fácil y las obras faraónicas".
Y ha concluido afirmado que "este gobierno se preocupará ahora de tejer despacio la ciudad, cohesionándola, y consiguiendo una eficiencia en el uso del suelo, y en la gestión de los servicios públicos y de los recursos, que alguien tendría que haber enseñado al PP que son limitados".